domingo, 4 de febrero de 2018

Hace 100 años - 4 de febrero de 1918 - Primera Guerra Mundial - La Guerra Civil Rusa

Hace 100 años
4 de febrero de 1918
Primera Guerra Mundial

La Guerra Civil Rusa

Los bolcheviques están muy ocupados. El 30 de enero, retoman las negociaciones interrumpidas con los Imperios Centrales, para alcanzar un armisticio, que saque a Rusia de la guerra definitivamente. Lenin ha dado instrucciones precisas, en el sentido de que se debe ganar tiempo, para permitir que la Guerra Mundial se convierta en Revolución Mundial. Pero la paciencia de los alemanes es poca y la llegada de la primavera podría permitirles iniciar una nueva ofensiva hacia el interior de una Rusia que tiene poco con qué defenderse. Además, la situación interna no es fácil. Desde el sur, el general Mijail Alexeyev, al mando de un ejército de cosacos del Don, avanza con intenciones de aplastar al régimen instalado en Moscú. Alexeyev es uno de los muchos líderes que, entre 1917 y 1922, surgirán en el seno del fenecido Imperio Ruso, para luchar contra los bolcheviques, en lo que se conoce como Guerra Civil Rusa.

El poder central establecido por Lenin y sus compinches en Moscú y Petrogrado tuvo que hacer frente a cuatro tipos de resistencia. Estaban los que intentaban restaurar alguna forma de monarquía o implantar algún otro tipo de gobierno liberal, siguiendo el modelo de las democracias occidentales; en general, estos grupos eran denominados los “blancos”, en obvia oposición al color rojo usado por los bolcheviques. Otro frente estaba constituido por los movimientos independentistas de las distintas nacionalidades del Imperio Ruso; los países bálticos, Ucrania, Polonia, Finlandia y los territorios del Cáucaso, en distintas oportunidades y con fortuna variable, intentaron zafarse de la dominación de Moscú. Algunos grupos étnicos, como los cosacos, se movilizaron en defensa del viejo orden zarista, al que debían su forma de vida, pero también como una cierta forma de afirmar su identidad y, ya avanzada la guerra civil, para defenderse del intento bolchevique de someterlos por medio del terror y, en algunas regiones, por medio del exterminio.

Un tercer frente correspondía a lo que se podría llamar “frente interno”. Tanto “blancos”, como “rojos”, dirigieron una represión masiva y a menudo salvaje, contra todo aquél que se opusiera a su poder o que se sospechara que pudiera oponérseles en el futuro; en este caso, el “enemigo” podía tratarse de los militantes de partidos políticos de oposición, obreros en huelga cansados de la guerra y de pasar hambre; los miles de desertores del antiguo Ejército Imperial, del Ejército Rojo y de los muy variados ejércitos “blancos” y, por último, los ciudadanos comunes y corrientes, pertenecientes a grupos o clases sociales consideradas “hostiles”, que tuvieran la mala suerte de estar en una ciudad reconquistada al enemigo. Los bolcheviques estaban mucho más obsesionados con las clases que sus enemigos, de modo que, si bien es cierto los “blancos” cometieron numerosas atrocidades durante la guerra civil, la represión interna ejercida por el régimen marxista fue mucho más sistemática, masiva y salvaje, apuntando al exterminio de grupos sociales completos, más que a su mera sumisión.

Un cuarto y último frente correspondía a la lucha planteada por decenas de miles de campesinos, que se enfrentaron sobre todo a los rojos, pero también ocasionalmente a los blancos. La lucha de los campesinos contra los bolcheviques provenía de la resistencia a la colectivización forzosa y a la cruel política de requisas, implementada por el gobierno de Lenin, como un modo de llevar alimentos a la base de apoyo obrera bolchevique de las grandes ciudades industriales de Rusia y también como un modo de sometimiento de un mundo campesino que constituía la abrumadora mayoría de la población del viejo Imperio, que desconfiaba por principio de lo que viniera de la ciudad y que había aprendido a recelar especialmente del nuevo poder bolchevique, que empezaba a esparcir el hambre por los campos. A los campesinos sublevados, solían sumarse las bandas de desertores y muchos otros grupos variopintos de insumisos. Tanto rojos, como blancos, denominaban “verdes” a esta amalgama, que variaba desde pequeñas bandas locales, armadas con elementos de labranza y algunos fusiles, hasta ejércitos bien armados y equipados, compuestos por decenas de miles de hombres. Estas rebeliones campesinas tuvieron incidencia importante en el curso de la Guerra Civil. Así, el verano de 1919 fue un momento muy peligroso para los bolcheviques, con masivas rebeliones campesinas en Ucrania y en la cuenca del Volga, que descalabraron la retaguardia del Ejército Rojo y casi causaron una derrota decisiva a los bolcheviques, permitiendo a los ejércitos del general Antón Denikin y del almirante Alexander Kolchak, avanzar cientos de kilómetros. Poco después, cuando el almirante Kolchak se sintió lo bastante seguro como para implementar medidas definitivas, reestableció ciertos antiguos derechos de los terratenientes, que cayeron muy mal entre una población campesina golpeada por la escasez. Los campesinos siberianos, en respuesta, se alzaron contra Kolchak y su alzamiento provocó la derrota del almirante a manos del Ejército Rojo.

Prácticamente desde el mismo momento de la instalación del régimen bolchevique, a fines de 1917, surgió la oposición armada a Lenin y sus secuaces. El ejército de voluntarios del general Alexeyev fue el primero de muchos que intentó oponerse a los rojos. La resistencia a la tiranía bolchevique cubriría de sangre a Rusia hasta 1922 y, hasta cierto punto, contribuyó a una brutalización de las relaciones sociales, que facilitó las espantosas represiones llevadas a cabo por Lenin y Stalin contra los campesinos, contra algunas nacionalidades de la vieja Rusia, contra el mundo obrero y, en general, contra todo aquél que se opusiera o que se sospechara que un día pudiera oponerse a sus designios.

Abajo, un póster propagandístico, que representa a un caballero blanco, portando la bandera de Rusia y que salta sobre el dragón rojo revolucionario.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

17 de Septiembre de 1944. Hace 80 años. Operación Market Garden.

   El 6 de junio de 1944, los Aliados habían desembarcado con éxito en Normandía. En las semanas siguientes, a pesar de la feroz resistencia...