Hace 100 años
14 de enero de 1918
Primera Guerra Mundial
Los “Catorce Puntos” de Wilson
El 8 de enero de 1918, el Presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson,
presentó ante el Congreso de su país un discurso que recogía los objetivos de
guerra, que deseaba conseguir, una vez que se lograr la victoria sobre los
Imperios Centrales. Los propósitos de Wilson, contenidos en el discurso,
pasaron a la historia como los “Catorce Puntos”, y constituyen una idealista
declaración de principios sobre la mejor forma de conducir las relaciones internacionales.
Los “Catorce Puntos” fueron, en parte, una respuesta para contrarrestar
el “Decreto de la Paz” de Lenin, un breve texto, propuesto por el líder
bolchevique al Segundo Congreso de los Soviets, poco después del triunfo de la
Revolución de Octubre, que proponía negociaciones para conducir a una paz “justa
y democrática”, sin anexiones, ni indemnizaciones. Detrás del idealismo
aparente de Lenin y sus colaboradores, se escondía la necesidad de llegar a un
armisticio a cualquier precio, considerando que gran parte de la Rusia europea
estaba ocupada por los Imperios Centrales. Además, tenía mucho que ver con
tener el frente externo tranquilo, para poder consolidar al interior de Rusia
un tipo de gobierno que fue tiránico desde el primer día. Las resistencias a la
tiranía marxista llevaron a una fuerte resistencia de la mayor parte de la
sociedad rusa, que desembocó en una terrible guerra civil. Lenin sabía que no
podía ganar la guerra mundial y la guerra civil al mismo tiempo, de modo que
estaba dispuesto a ofrecer y decir cualquier cosa, para acabar con la guerra
mundial, aunque no tuviera realmente ninguna intención de cumplir su palabra.
Los alemanes y austrohúngaros aceptaron sentarse a la mesa de
negociaciones con los rusos, con ausencia de delegados de las potencias
occidentales que, de ese modo, podían ser acusados de belicistas, indispuestos
hacia la paz. El efecto propagandístico resultaba pésimo. El discurso del Presidente
Wilson se hizo, en gran parte, como respuesta a lo ocurrido con la Revolución
Rusa y el decreto de Lenin. Pocos días antes del discurso de Wilson, el Primer
Ministro Británico, David Lloyd George, realizó una declaración similar, aunque
tuvo menos impacto en la posteridad, que la alcanzada por el mensaje de Wilson.
De todos modos, es innegable la sinceridad de Wilson en su intento de crear un
mundo más pacífico y más seguro. Hasta donde alcanzaron sus fuerzas, puso todos
los considerables recursos de su poderoso país, para construir una posguerra
ordenada.
En esencia, los “Catorce Puntos” son los siguientes:
1. Negociaciones
abiertas de paz, después de las cuales no habrá entendimientos secretos de
ningún tipo. Fin a la diplomacia secreta
2.
Absoluta libertad de navegación en los mares, tanto en
la guerra, como en la paz
3.
Eliminación, en la medida de lo posible, de todas las
barreras económicas y el establecimiento de igualdad de condiciones comerciales
para todas las naciones
4.
Garantías adecuadas de que los arsenales de las
naciones serán reducidos al mínimo indispensable para la seguridad doméstica
5.
Ajuste de todas las reclamaciones coloniales,
equilibrando el interés de las poblaciones involucradas y las pretensiones de
los gobiernos, cuyos títulos han de ser determinados
6.
Evacuación de todos los territorios ocupados de Rusia
y oportunidad para la determinación independiente de su propio desarrollo
político y nacional
7.
Evacuación y restablecimiento de Bélgica, sin ningún
límite a su soberanía
8.
Liberación de todo el territorio francés ocupado. El perjuicio
causado a Francia por Prusia, en 1871, que había alterado la paz mundial
durante 50 años, debía ser corregido
9.
Reajuste de las fronteras italianas, siguiendo líneas
nacionales claramente reconocibles
10. Libre
oportunidad de desarrollo autónomo para los pueblos de Austria-Hungría
11. Evacuación
de Serbia, Rumania y Montenegro. Garantía de acceso libre y soberano al mar
para Serbia. Las relaciones entre los estados balcánicos deben estar basadas en
el entendimiento amistoso, siguiendo líneas de nacionalidad históricamente
establecidas
12. Los
territorios tradicionalmente turcos del Imperio Otomano deben ser respetados,
así como los demás pueblos del Imperio deben tener oportunidad de desarrollo
autónomo. Mantención de los Dardanelos como un paso de libre tránsito
internacional
13. Establecimiento
de una Polonia soberana, habitada por poblaciones indisputablemente polacas,
con acceso soberano al mar
14. Establecimiento
de una asociación general de naciones, con el propósito de establecer la
colaboración internacional y ayudar a la independencia e integridad territorial
de estados grandes y pequeños
Esta solemne declaración de principios sirvió como guía para las
negociaciones de paz que acabaron con la guerra en 1918-1919. Sin embargo,
muchos de sus altos ideales fueron soslayados, cuando las potencias europeas
vencedoras sintieron sus intereses perjudicados. Sin embargo, su influencia en
crear un ambiente propicio para la paz y algunos resultados prácticos fueron
una herencia concreta innegable de los esfuerzos de Wilson. Entre dichos
resultados prácticos debe mencionarse el establecimiento de la Sociedad de
Naciones, que tuvo muchas limitaciones, pero que sirvió de ensayo para el
sistema internacional hoy existente en torno a la Organización de las Naciones
Unidas.
Los “Catorce Puntos” son también relevantes porque significan el primer
compromiso expreso de un gobierno norteamericano con ciertos objetivos de
política internacional, más allá de los intereses específicos de Estados Unidos
en una u otra coyuntura. Al empezar la Primera Guerra Mundial, en 1914, Estados
Unidos era la primera nación del planeta en muchos aspectos, en los que ya
superaba a las viejas potencias de Europa. Pero su tradicional aislacionismo, que
hundía sus raíces en el pensamiento de los “Padres Fundadores”, había frenado
su involucramiento en cuestiones internacionales de carácter permanente. Con su
entrada en la guerra y con esta declaración, que afirmaba ciertos objetivos
permanentes de política internacional, Estados Unidos se convierte
definitivamente en una potencia mundial, llamada a protagonizar los sucesos del
mundo en los siguientes cien años, al menos.
Abajo, el Presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, dirigiéndose al
Congreso de su país.
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