lunes, 4 de septiembre de 2017

Hace 75 años - 3 de septiembre de 1942 - Segunda Guerra Mundial - Caso Azul

Hace 75 años
3 de septiembre de 1942
Segunda Guerra Mundial

Caso Azul

En el teatro de operaciones del Pacífico, la lucha más dura se libra en Nueva Guinea y en las Salomón, especialmente en Guadalcanal. Al amanecer del 28 de agosto, los japoneses atacaron en el aún incompleto aeródromo de Turnbull, cerca de Milne Bay, en la costa de la Papúa Australiana. Los nipones no se preocuparon por quedar expuestos a los cazas “Kittyhawk” y al fuego de armas ligeras, desde buenas posiciones defensivas, sufriendo fuertes bajas. Esa misma tarde, 769 efectivos de las Fuerzas Especiales Navales de Desembarco de la Marina Japonesa, partieron desde Rabaul, para reforzar el ataque en Milne Bay. Tierra adentro, el 144º Regimiento del Ejército Imperial Japonés sorprendió al 39º Batallón Australiano en Isurava, forzándolo a retirarse el día 30.

En Guadalcanal, ambos bandos se concentrar en llevar refuerzos y suministros hasta la disputada isla. El 28 de agosto, los japoneses ejecutaron dos operaciones de refuerzo. Durante el día, sufrieron fuertes pérdidas, incluyendo el hundimiento de un destructor y las averías de otros dos, a causa de los aviones norteamericanos basados en la pista aérea de “Henderson Field”, en el mismo Guadalcanal. Por la noche, en cambio, otra flota japonesa tuvo éxito. Los acontecimientos del 28 de agosto de 1942 convencieron a los japoneses de la necesidad de reforzar sus tropas sólo de noche, para evitar a la aviación estadounidense, que ya dejaba sentir su dominio de los aires. Estas carreras nocturnas de aprovisionamiento serían bautizadas como “Tokyo Express” por los “marines” que luchaban en Guadalcanal.

El 30 de agosto, aviones japoneses sorprenden y hunden al destructor estadounidense “USS Colhoun” en el Estrecho de Savo, al norte de Guadalcanal. En la noche de ese mismo día, el “Tokyo Express” se anota un éxito, cuando consigue desembarcar 1.000 hombres en la isla. Al día siguiente, los japoneses usaron esas tropas en un nuevo ataque sobre “Henderson Field”, mientras los norteamericanos también se afanaban en llevar más refuerzos hasta el campo de batalla. El 31 de agosto, el submarino japonés “I-26” torpedeó al portaaviones estadounidense “USS Saratoga”, a unas 240 millas marinas al oeste del archipiélago de las Salomón. Aunque no hubo bajas, los daños dejaron al portaaviones fuera de acción durante tres meses.

En el Frente Oriental, el 29 de agosto de 1942, el 4º Ejército Panzer consigue romper las líneas soviéticas, 22 kilómetros al sur de Stalingrado. El 31 de agosto, los tanques de esta unidad llegaron hasta la línea del ferrocarril que une Stalingrado y Morozovsk, en las afueras de Stalingrado. El alto mando soviético, temeroso de que sus tropas fueran rodeadas y destruidas por los alemanes, retiraron a los Ejércitos 62º y 64º al interior de la ciudad. El 3 de septiembre, el 6º Ejército y el 4º Ejército Panzer toman contacto frente a Stalingrado, aunque no consiguen entrar en la ciudad de inmediato. Se iniciaba una durísima batalla de desgaste en que los alemanes, que casi no tenían reservas, llevaban todas las de perder.

Lo que se conocería como Batalla de Stalingrado por la posteridad no había sido contemplado en los planes iniciales de la ofensiva de verano alemana para 1942. Tras fracasar en el intento de liquidar a la URSS de un plumazo en el verano de 1941, Hitler ordenó el cumplimiento de tres grandes objetivos a la “Wehrmacht” en el Frente Oriental para 1942: el Grupo de Ejércitos Centro debía mantener sus posiciones y lanzar ataques de distracción; el Grupo de Ejércitos Norte debía capturar Leningrado y enlazar con los finlandeses; finalmente el Grupo de Ejércitos Sur tenía la principal misión y recibiría, por tanto, la gran mayoría de los refuerzos y los recursos del “Reich”: atacar a través de Ucrania y el sur de Rusia, para luego asegurar los yacimiento petrolíferos del Cáucaso.

El 1 de junio de 1942, en Poltava, Ucrania, Hitler expuso a sus generales que mandaban en el sur de la URSS lo que esperaba de ellos para el verano boreal de 1942 que se aproximaba. Estaban presentes el mariscal de campo Fedor von Bock, comandante del Grupo de Ejércitos; el general Paul von Kleist, comandante en jefe del 1er Ejército Panzer; el general Hermann Hoth, comandante del 4º Ejército Panzer, y el general Friedrich Paulus, a cargo del 6º Ejército. Durante la conferencia, apenas se mencionó Stalingrado. A pocos días de iniciarse la campaña, el propósito era asegurar el petróleo, que empezaba a hacerse muy escaso entre los alemanes. En la reunión, Hitler llegó a decir que, si no conquistaban Maikop y Grozny, los grandes centros petrolíferos del Cáucaso, debían poner fin a la guerra. En cuanto a Stalingrado, su conquista no era necesaria para la campaña y no se requería otra cosa que destruir las fábricas de armamento ubicadas en la ciudad y asegurar una posición defensiva en el gran río Volga, pero una lucha de asedio y calle por calle, como sería finalmente, no estaba contemplada.

La ofensiva alemana fue bautizada “Caso Azul” (“Fall Blau”) y constaría de dos etapas. En la primera parte de la ofensiva, se dirigiría hacia el Volga, lo más rápidamente posible, ojalá cortando la retirada a la mayor cantidad de fuerzas soviéticas. Una vez asegurado el flanco, el grueso de las fuerzas alemanas se lanzaría por el Don hacia el Caúcaso. La primera gran batalla tuvo lugar en Voronezh, que demoró más de lo planeado, debido a la resistencia soviética y a los constantes cambios de planes que llegaban desde el cuartel general de Hitler. Para julio, el “Führer” estaba muy nervioso por las demoras (que eran culpa suya, en gran parte) y ordenó que ambas fases fueran ejecutadas al mismo tiempo, contra el parecer de sus generales de campo, así como también de su Jefe de Estado Mayor, general Franz Halder. A menudo, Hitler ordenaba trasladar las formaciones Panzer, cuando estaban en medio de una batalla, pensando que ya estaba resuelta, quitando velocidad a sus ejércitos y malgastando, en largas marchas, el petróleo que irónicamente quería conquistar en primer lugar.

Antes de que acabara julio de 1942, Hitler ordenó ampliar aun más los objetivos de la operación, sin aportar nuevos refuerzos. El día 23 de ese mes, el tirano nazi llegó hasta su cuartel general de vanguardia en Vinnitsa, Ucrania, en medio de una ola de calor que llevó los termómetros hasta los 40º Celsius. El clima daba una idea de lo extremas que pueden ser las condiciones climáticas en una región del mundo que casi todas las personas asocian con el frío y la nieve. En su Directiva nº 45, reescribió “Caso Azul”. Según el megalómano estratega autodidacta, “sólo unas débiles fuerzas enemigas” habían escapado del cerco, de modo que se justificaba ampliar los objetivos de la campaña. El 6º Ejército de Paulus debía conquistar y ocupar Stalingrado. Ya no bastaba con destruir las fábricas y avanzar sobre el Volga. Posteriormente Paulus debía enviar grupos motorizados hasta el Mar Caspio, mientras que otras fuerzas, bajo el mando del mariscal List, debían conquistar toda la costa oriental del Mar Negro y todo el resto del Cáucaso. Hitler, que empezaba a desconectarse de la realidad, nada dijo de refuerzos o suministros para estos grandiosos proyectos.

Al momento de iniciarse la gran batalla en la ciudad que llevaba el nombre del tirano comunista, la lucha se había transformado en una sangrienta competencia de prestigio entre Stalin y su colega nazi. Stalin, tan despiadado como Hitler, pero aparentemente más astuto, se las arregló para decidir la suerte de la guerra a su favor en los meses siguientes y, sin duda, propinar a los alemanes la que, hasta el momento, sería su mayor derrota desde 1939.

Abajo, soldados alemanes usan como transporte un tanque medio “Panzer IV – G”, el modelo modificado con un cañón rápido de 75 milímetros. Con la versión “G”, los alemanes por fin tenían un tanque decente, capaz de medirse en igualdad de condiciones con los “T-34” y los “KV-1” soviéticos. Sin embargo, en 1942, todavía gran parte de las divisiones blindadas estaban armadas con modelos más anticuados, que demandaban toda la creatividad de sus tripulaciones para imponerse a los rusos, más numerosos y mejor armados.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

17 de Septiembre de 1944. Hace 80 años. Operación Market Garden.

   El 6 de junio de 1944, los Aliados habían desembarcado con éxito en Normandía. En las semanas siguientes, a pesar de la feroz resistencia...