Hace 75 años
6 de agosto de 1942
Segunda Guerra Mundial
En la víspera de Guadalcanal
Durante julio y agosto de 1942, se va terminando el “Segundo Tiempo
Feliz” de los submarinos alemanes en el Atlántico. El 31 de julio de 1942, un
bombardero ligero “Hudson”, de la Real Fuerza Aérea Canadiense, hunde el
submarino alemán “U-754”, al frente de Nova Scotia, Canadá. Ese mismo día, una
“manada de lobos” de seis submarinos alemanes ataca el convoy “ON-115”, sin
conseguir hundimientos. Un destructor y una corbeta canadienses contraatacan y
hunden el submarino “U-588”, usando cargas de profundidad. Ese mismo día, 150
millas marinas al este de las Azores, el “U-213” ataca el convoy “OS-35”, pero
es cazado y hundido por tres barcazas británicas.
El Ejército Rojo sigue perdiendo terreno en Ucrania y el sur de Rusia. El
2 de agosto de 1942, el 4º Ejército Panzer conquista Kotelnikovo. El día 3, el
1er Ejército Panzer entra en Stavropol. Más al norte, se produce una nueva
rendición masiva de tropas soviéticas, cuando 300.000 hombres se rinden y dejan
en poder de los alemanes la ciudad de Smolensk. Los ejércitos soviéticos 16º y
20º dejan de existir. El camino hacia el Volga y hacia el petróleo del Cáucaso
parece abierto para Hitler, que parece a punto de consolidar un “Reich” a
prueba de bloqueos navales.
El 4 de agosto de 1942, el Primer Ministro Británico, Winston Churchill,
llega hasta El Cairo, con el propósito de informarse de la situación en que
queda el frente norteafricano, luego de que el avance de Rommel fuera detenido
en la Primera Batalla de El Alamein. El “bulldog” está más tranquilo, al saber
que Rommel ha dejado de avanzar, pero Churchill no quiere nada menos que una
victoria completa y eso significa sacar a los ítalo-alemanes de Egipto y luego
expulsarlos definitivamente de África. Churchill no está satisfecho con el
mando del general Claude Auchinleck, a quien comunica el 6 de agosto, que será
reemplazado por el general Harold Alexander, como nuevo Comandante en Jefe del
Medio Oriente, y por el general William Gott, como nuevo jefe del 8º Ejército.
La llamada Batalla de Guadalcanal está a punto de iniciarse en el
Pacífico. El 31 de julio, la “USAAF” (“United States Army Air Force”, “Fuerza
Aérea del Ejército de Estados Unidos”) inicia un bombardeo de siete días sobre
Tulagi y Guadalcanal, en el archipiélago de las Salomón. Ese mismo día, una
gran flota de 75 barcos, con 16.000 hombres a bordo, zarpa desde Fiji. Su
objetivo es ocupar Guadalcanal y evitar que los japoneses usen las Salomón como
base para estrangular las comunicaciones de Australia con América. Las
condiciones en que japoneses y norteamericanos lucharon fueron espantosas. El
historiador holandés Dan van der Vat escribió: “incluso antes de que una gota
de sangre fuera derramada en su fértil suelo o un solo cadáver fuera enterrado
en él, Guadalcanal ya apestaba”. El historiador y veterano de los “Marines”,
William Manchester, aconsejaba estar seguro de “tomar una brújula y dejar un
rastro de Hansel y Gretel detrás. Si no lo haces, morirás”.
El plan para invadir las Islas Salomón y especialmente Guadalcanal, fue
concebido por el almirante Ernest King, Comandante en Jefe de la Flota de
Estados Unidos. El Presidente Franklin D. Roosevelt y el Primer Ministro
Británico, Winston Churchill, habían acordado dar prioridad a derrotar
Alemania, de modo que, tanto King, como sus subalternos, tuvieron que luchar
incansablemente para conseguir tropas y suministros suficientes para la campaña
del Pacífico.
En preparación de la campaña, en mayo de 1942, el mayor general Alexander
Vandegrift recibió órdenes de mover su 1ª División de Marines desde Estados
Unidos a Nueva Zelanda. La Isla de Espíritu Santo, en el archipiélago de las
Nuevas Hébridas, fue escogida como cuartel general para la ofensiva, bautizada
como “Operación Watchtower”, con el 7 de agosto como fecha de inicio. Al
principio, los planes aliados se concentraban en Tulagi y en las Islas Santa
Cruz. Sólo después de que el reconocimiento aéreo descubriera que los japoneses
construían un aeródromo en Guadalcanal, la isla fue añadida en el plan. Los
servicios japoneses de inteligencia habían detectado un gran movimiento de
fuerzas aliadas en el Pacífico Sur, pero concluyeron que los norteamericanos intentaban
reforzar Australia y ayudar a la defensa de Port Moresby en Nueva Guinea.
La fuerza destinada a “Watchtower” reunía 75 naves, entre buques de
guerra y transportes, bajo banderas estadounidenses y australianas. Las fuerza
fue ensamblada cerca de Fiji el 26 de julio de 1942 y, antes de partir a
Guadalcanal, realizó un ensayo de desembarco. Terminados los ejercicios, la
flota partió a su objetivo el 31 de julio. El almirante Frank Fletcher era el
comandante de toda la fuerza expedicionaria, mientras que el almirante Richmond
Turner comandaba las fuerzas anfibias. El general Alexander Vandegrift comandaría,
en tierra, a 16.000 soldados aliados, en su gran mayoría, del “USMC” (“United
States Marine Corps”, “Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos”). Los
marines enviados a Guadalcanal tenían escasa experiencia en combate, si es que
tenían alguna, y estaban armados con el fiable, pero anticuado fusil de cerrojo
“M1903 Springfield”. Se les envió con municiones para 10 días y las prisas en
la planificación redujeron los suministros de una provisión de 90 días, a otra
de 60 días.
En la noche del 6 al 7 de agosto, la flota aliada pudo moverse al abrigo
de la oscuridad y del mal tiempo, sin ser detectada por los japoneses, que no
esperaban una operación mayor contra la isla y serían tomados por sorpresa.
Para los “marines”, estaba a punto de iniciarse una de las batallas más duras
de su historia.
Abajo, una fotografía de la flota aliada en ruta a Guadalcanal. La
captura fue tomada desde la cubierta de vuelo del “USS Enterprise”. Al centro,
escoltado por un destructor y un crucero pesado de la Clase “New Orleans”, el
portaaviones “USS Saratoga”.
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