25 de abril de 1940
Segunda Guerra Mundial
Antes de pasado un mes desde el inicio de la invasión, los aliados están al borde del colapso en el sur y en la zona central de Noruega. Antes del 30 abril deberán iniciar un repliegue hacia el norte del país. La retirada debió ser protegida por los dispersos restos de las maltratadas tropas noruegas, que fueron luego rápidamente desmovilizadas para evitar que terminaran como prisioneros de guerra de los alemanes.
Desde un comienzo, la Luftwaffe dominó los aires y eso dio a los alemanes una tremenda ventaja, permitiéndoles avanzar rápidamente hacia el cumplimiento de sus objetivos, muchas veces, enfrentando tropas aliadas más numerosas. Una vez más, como lo hizo en Polonia, el Junkers JU-87 “Stuka”, comprobó su efectividad para romper empates. Cuando los franceses, británicos o noruegos porfiaban mucho en la resistencia de algún punto, no tardaba demasiado tiempo en llegar un grupo de los famosos bombarderos en picado.
Los distintos servicios y ramas de las fuerzas armadas alemanas además estaban muy bien coordinados siempre. El 24 de abril, el Escuadrón 263 de Cazas de la Real Fuerza Aérea Británica, estableció una base en las aguas congeladas del Lago Lesjaskogsvatnet. Antes de que transcurriera un día, los bombarderos alemanes, bien informados y coordinados, habían reducido el escuadrón británico a cuatro anticuados “Gloster Gladiator”, que fueron retirados a toda prisa.
Hacia fines de abril, en el sur de Noruega sólo operaba la RAF, siempre superada por la Luftwaffe, y los submarinos británicos, que alcanzaron algunos éxitos espectaculares, como el ataque del “HMS Spearfish”, que dañó gravemente al acorazado de bolsillo “Lutzow”. Pero esos esfuerzos no pudieron impedir el control alemán del Báltico. La potente “Home Fleet” británica, preocupada por el control enemigo del aire, se limitó a operar hacia el norte, en la zona de Narvik, sobre todo, donde sufrió mucho con los ataques aéreos cuando se aproximaba demasiado a la costa.
La osadía de las tropas alemanas y especialmente la coordinación entre el ejército, la marina y la aviación resultó clave en sus éxitos iniciales. Al poco tiempo, los fracasos de los Aliados costarían la caída del gobierno de Neville Chamberlain en Gran Bretaña.
En la fotografía, un “Stuka” con los fiordos noruegos al fondo. La expresión “Stuka” es un acortamiento de “Sturzkampfflugzeug”, o sea, “bombardero en picado”. Usado como artillería volante, el “Stuka” dominó el campo de batalla mientras la Luftwaffe mantuvo a sus enemigos a la defensiva, en los primeros años de guerra. Bien protegidos por los “Messerschmitt”, muchas veces, la aparición de un “Stuka” bastaba para terminar con toda resistencia.
Imagen tomada de http://
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