30 de abril de 1915
Primera Guerra Mundial
Hace dos días, 28 de abril, se entabló batalla en Krithia, Península de los Dardanelos, Turquía. El 25 de abril, tropas aliadas habían desembarcado en varios puntos, con el objetivo de atacar por la retaguardia los fuertes turcos que defendían los estrechos que unen el Mar Negro y el Mediterráneo. Sin embargo, los Aliados a duras penas consiguen permanecer en las playas, a pesar de contar con el apoyo de la artillería naval y enfrentar fuerzas numéricamente muy inferiores al comienzo. Al conseguirse tan poco en el primer día de desembarco, la Batalla de Krithia fue un nuevo intento por avanzar tierra adentro.
Británicos y franceses esperaban encontrar en los turco-otomanos a un adversario indiferente y con poca voluntad de lucha, pero lo cierto es que las tropas turcas defendieron su territorio con valiente determinación. El primer error del plan franco-británico para capturar los estrechos (y poner al Imperio Turco fuera de la guerra como consecuencia) fue subestimar al enemigo. El Imperio Otomano llevaba más de un siglo en una profunda crisis institucional y sus ejércitos casi no habían conocido otra cosa que derrotas desde fines del siglo XVIII. Esta vez, sin embargo, mandados por oficiales decididos y con la asistencia de sus aliados alemanes, demostraron desde el primer día que la campaña de Gallípoli no sería tan fácil como se había esperado en Londres y París.
Los anglo-franceses iniciaron su avance el 28 de abril a las 8.00 hrs. y, al principio, hallaron ligera resistencia que, con el correr de las horas, se fue haciendo más seria, al punto de que, al terminar el día, la mayoría de las tropas aliadas no sólo no había logrado sus objetivos, sino que habían sido obligadas, en muchos casos, a volver a sus puntos de partida en las playas de desembarco, con fuertes bajas. Pobre coordinación, un plan excesivamente complicado, ineptitud de los altos mandos y la pérdida temprana de muchos oficiales, además de la defensa turca, se conjugaron para convertir el audaz plan original de la campaña en una interminable lucha de posiciones y asedio, que se prolongaría hasta enero de 1916 y se saldaría con una resonante derrota anglo-francesa.
Uno de los grandes impulsores de la campaña en Gallípoli fue el entonces Primer Lord del Almirantazgo, Sir Winston Churchill, quien contaba poco más de 40 años en 1915. El fracaso del plan obligó a Churchill a renunciar a la política por un tiempo luego de retirar las tropas desde los estrechos en 1916. Criticado por todos, Churchill pasó el resto de la Gran Guerra al mando de un batallón perdido en las infinitas trincheras del Frente Occidental. Muchos pensaron, partiendo por él mismo, que su carrera política había llegado a su fin.
En la imagen, una fotografía de Churchill tomada al comienzo de la Primera Guerra Mundial, uniformado como Primer Lord del Almirantazgo.
Imagen tomada de http://i.telegraph.co.uk/
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