Hace 75
años
7 de mayo
de 1942
Segunda
Guerra Mundial
La hora
más oscura del “US Army”
El 1 de
mayo de 1942, once transportes japoneses zarpan desde Rabaul, Nueva Bretaña, en
el Archipiélago de las Bismarck. Llevan a bordo un ejército de invasión, cuyo
objetivo es Port Moresby, en la Papúa Australiana. La flota nipona es escoltada
por siete cruceros y un portaaviones ligero. Ese mismo día, unidades de apoyo
aéreo estrecho, basados en tierra, son dispuestos por el alto mando japonés, para
respaldar las operaciones contra Port Moresby. La Campaña de Nueva Guinea será
una de las más largas y duras de la lucha en el Pacífico.
En Europa,
británicos y alemanes no se dan tregua. El 3 de mayo de 1942, 81 bombarderos
británicos atacan la gran ciudad puerto de Hamburgo. En esa misma jornada, 90
bombarderos alemanes hacen lo propio con Exeter, en el Reino Unido. Este último
ya cuenta con el desequilibrante apoyo directo de las fuerzas estadounidenses.
Ese mismo día, el portaaviones norteamericano “USS Wasp” zarpa desde Glasgow,
Escocia, llevando 47 “Spitfire” destinados a reforzar la defensa de Malta, en
el Mediterráneo. El 4 de mayo, otra agrupación de la “RAF” deja caer sus bombas
sobre Stuttgart. A la noche siguiente y a la subsiguiente, la ciudad, sede de
la gran firma Bosch, es nuevamente atacada.
El 5 de
mayo, los británicos lanzan la invasión de Madagascar, colonia francesa
obediente a Vichy. Las tropas coloniales francesas resisten la llegada de la
fuerza británica, que hunde un submarino francés durante los enfrentamientos.
Al día siguiente, los británicos están estancados por la resistencia francesa,
que es inesperadamente firme. El 6 de mayo, la corbeta británica “HMS Auricula”
se hunde, luego de haber impactado una mina el día anterior. En una arriesgada
maniobra, el destructor “HMS Anthony” penetra en la bahía de Diego Suárez y
consigue desembarcar 50 “Royal Marines” detrás de las líneas francesas. La ocupación
de Madagascar, que se ha vuelto muy importante con el avance japonés en el
Índico, no será fácil.
El alto
mando alemán se prepara para una nueva campaña de verano en Rusia, pero hace
notar en sus registros que las unidades germanas sufren un déficit de personal
equivalente a 308.000 hombres. Por el momento, sin embargo, la moral de las
tropas soviéticas no se recupera de dos decenios de tiranía comunista y del
desastre militar del verano de 1941, de modo que los alemanes vuelven a
avanzar. El 5 de mayo, el 16º Ejército Alemán rompe las líneas soviéticas en
Kholm y levanta el asedio de la bolsa que se había formado durante la
contraofensiva de invierno, lanzada por el Ejército Rojo a fines de 1941. Los
alemanes rescatan a cerca de 4.000 sobrevivientes, que resistieron el cerco de
fuerzas soviéticas muy superiores entre enero y mayo de 1942.
En las
Filipinas, prosigue el asedio a la fortaleza del Corregidor. El 2 de mayo, una
bomba de artillería alcanza el polvorín de una batería defensiva, causando la
detonación de 1.600 sacos de 62 libras de pólvora. Los muertos alcanzan a 56
hombres y cientos resultan heridos. En la Bahía de Manila, ese mismo día, el
cañonero fluvial “USS Mindanao” es hundido por su propia tripulación, para
evitar su captura por los japoneses. El 3 de mayo, la marina estadounidense
realiza la última evacuación antes de que la fortaleza deba rendirse, cuando el
submarino “USS Spearfish” embarca 27 personas, entre personal civil, militar y
de enfermería. El 5 de mayo, luego de largos días de bombardeo preparatorio, la
primera oleada de 2.000 soldados japoneses desembarca en la Isla de Corregidor,
tras haber sido transportados desde la Península de Bataán en 15 barcazas. La
defensa cobró más de la mitad de las fuerzas de la primera oleada japonesa,
pero los invasores consiguieron consolidar una cabeza de playa.
El 6 de
mayo, el general Jonathan Wainwright pidió términos de rendición al general
japonés Masaharu Homma. El jefe nipón insistió en que sólo aceptaría si la
capitulación incluía a todo el personal aliado presente en las Filipinas.
Además de las tropas de Wainwright en Corregidor, otro grupo de tropas
filipino-estadounidenses habían quedado rodeadas más al sur, en Cebu. Cuando
Wainwright comprendió que su situación era desesperada y que no tenía sentido
seguir luchando, junto con proponer la rendición, envió un mensaje al general
William Sharp, comandante de las fuerzas en Cebu, para que se convirtiera en el
nuevo jefe de las tropas aliadas en el archipiélago. Homma sabía que eso
significaba alargar aún más una campaña que ya había sido mucho más extensa de
lo presupuestado. Wainwright, por lo tanto, tuvo que ordenar al general Sharp
que se rindiera también.
Sharp
quedaba en la compleja disyuntiva de rendir sus tropas, muy maltratadas, pero
todavía capaces de luchar, o seguir combatiendo, desobedecer una orden directa
y además exponer a los miles de prisioneros de Corregidor a ser castigados por
los japoneses o incluso ejecutados, como represalia, si seguía resistiendo. A
los pocos días, Sharp y sus fuerzas se rindieron, aunque miles de soldados
huyeron de la captura y se incorporaron a las guerrillas que siguieron
resistiendo a los japoneses hasta la liberación en 1945.
Por el
momento, sin embargo, todo había acabado en las Filipinas, una campaña
considerada como el peor desastre en la historia militar estadounidense. Fue
una gran victoria para los japoneses, aunque fue costosa. Al tardar mucho más
tiempo que el esperado, el alto mando japonés tuvo que destinar a las Filipinas
cuantiosas tropas, destinadas originalmente a las Indias Orientales Holandesas,
demorando su conquista. Asimismo, para reducir la porfiada defensa de
Corregidor, los japoneses tuvieron que usar tropas que, de otro modo, debieron
luchar desde el comienzo en la Campaña de Nueva Guinea y las Islas Salomón, que
se inició a mediados de 1942 y que nunca fue decidida a favor de Japón.
En la
fotografía, un soldado japonés vigila a prisioneros estadounidenses, en mayo de
1942.
Imagen
tomada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4b/March_of_Death_-_Resting_03.jpg
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