Hace 100 años
8 de noviembre de 1915
Primera Guerra Mundial
El 3 de noviembre de 1915, finaliza la Tercera Batalla del Isonzo. Nuevamente el “Regio Esercito Italiano” ha chocado contra las defensas austro-alemanas, que tienen la ventaja decisiva del escarpado terreno alpino. Las bajas italianas son enormes, aunque los atacantes consiguen causar también pérdidas considerables a los defensores. El Frente Alpino sigue empatado.
Prosigue la ofensiva contra Serbia, que soporta precariamente el asedio de los ejércitos alemanes, búlgaros y austrohúngaros. El 5 de noviembre, cae Nis, donde se había refugiado el Gobierno Serbio luego de la caía de Belgrado.
Alemania y sus aliados —los llamados “Imperios Centrales”— mantienen cierta ventaja en los cuatro frentes europeos, pero en las colonias y especialmente en África, el “Kolonialreich” es desmembrado en medio de una guerra defensiva planteada por las grandes potencias coloniales de la Entente. Cuando la guerra acabe, en 1918, Alemania habrá debido enfrentar a todas las demás metrópolis coloniales, con la sola excepción de España y Holanda, que se mantuvieron neutrales.
Los submarinos, que a muchos parecían una mera curiosidad tecnológica antes de 1914, se han ido convirtiendo en amas letales. Al terminar la Gran Guerra, serán parte obligada del arsenal de toda marina que se respete. El 6 de noviembre, el submarino alemán “SM U-35” ataca la bahía de Sollum, en Egipto, hundiendo el buque de pasajeros británico “HMS Tara”, echando a pique el guardacostas egipcio “Abbas” y dañando el guardacostas “Nur-El-Bahr”. Al día siguiente, 7 de noviembre, el crucero ligero alemán “SMS Undine” es hundido en el Báltico por el submarino británico “E-19”. Ese mismo día, entre Túnez y Cerdeña, es hundido el buque italiano de pasajeros “Ancona”, que viajaba desde Mesina hacia Nueva York con 200 pasajeros a bordo. El victimario en este caso fue el “SM U-38”, submarino alemán que enarbolaba bandera austrohúngara, debido a que Italia y Alemania aún no estaban oficialmente en guerra. El hundimiento del Ancona, que llevaba nueve pasajeros estadounidenses, desató un nuevo incidente diplomático que dañó un poco más la ya deteriorada imagen de los Imperios Centrales frente a la opinión pública de Estados Unidos.
El 6 de noviembre finaliza la Segunda Batalla de Champaña, en el Frente Occidental. Al terminar 1914, el frente alemán en Francia parecía una gigantesca cuña penetrando en el norte de Francia. En junio de 1915, se reunió por primera vez la Conferencia Interaliada de Guerra. Francia, Reino Unido, Rusia, Italia, Bélgica y Serbia estuvieron representados, con el fin de preparar ataques coordinados contra los enemigos comunes. Sin embargo, la Ofensiva de Gorlice-Tarnovo, en junio, destrozó el frente ruso y expulsó a las tropas del Zar fuera de Polonia. En octubre, Serbia sufrió la triple invasión de Bulgaria, Austria-Hungría y Alemania, que terminaría eliminando al Ejército Serbio como un actor relevante en la contienda en cuestión de semanas. En el Frente Alpino, Italia empeñó cuatro ofensivas en el sector del Isonzo durante 1915, sin ningún resultado importante y sufriendo bajas escalofriantes. Sólo restaba el escenario del norte de Francia para ver si los Aliados obtenían alguna victoria importante antes del fin de 1915.
En el Frente Occidental, considerado unánimemente como el más importante de todos, franceses y británicos se prepararon para atacar la saliente alemana en dos puntos a la vez, tratando de formar una pinza. El plan original contemplaba lanzar la ofensiva en agosto, pero reunir los suministros suficientes tomó mucho más tiempo del esperado y permitió a los alemanes reforzar sus defensas. Recién el 25 de septiembre, los Aliados atacaron simultáneamente en Loos y en Champaña, con el prólogo tradicional de un intenso bombardeo de artillería, al que se sumó la “novedad” del uso de gases tóxicos contra las trincheras alemanas. Los atacantes consiguieron romper la primera línea de defensa, pero su avance se fue estancando, a medida que entablaban combate con la segunda línea, que no había sido alcanzada por la artillería francesa y estaba casi intacta. Los asaltos franceses siguieron hasta fines de octubre, con un intermedio de contraataques alemanes de alcance limitado, que consiguieron recuperar mucho del terreno perdido en los primeros días de batalla.
Cuando el general Joseph Joffre, Comandante en Jefe del Ejército Francés, decidió suspender la ofensiva y retirar sus tropas el 6 de noviembre, la situación del frente seguía casi igual que en septiembre, excepto por el hecho de que los alemanes habían sufrido casi 85.000 bajas y los franco-británicos habían perdido casi 150.000 hombres, contando muertos, heridos y prisioneros.
En la fotografía, una pieza de artillería francesa de 75 mm castiga las posiciones alemanas, allanando el camino para la infantería encargada de asaltarlas.
Imagen tomada de http://media.iwm.org.uk/iwm/ mediaLib/333/media-333940/ large.jpg?action=d&cat= photographs
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