3 de abril de 1940
Segunda Guerra Mundial
A partir de hoy, 3 de abril de 1940, y durante gran parte del mes, se produce la llamada “Masacre de Katyn”. Así se conoce a una serie de asesinatos masivos de miembros de la “intelligentsia” polaca y especialmente la oficialidad de las fuerzas armadas polacas tomada prisionera luego de la invasión nazi-comunista del país, en septiembre de 1939.
La mayor parte de los asesinatos se produjo en los bosques de Katyn, de ahí el nombre que la historiografía dio al suceso, aunque varios miles de personas fueron ejecutadas en otras prisiones y campos, todo organizado por la siniestra policía política comunista, la NKVD (“Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos”, por su sigla en ruso), dirigida por el cruel Lavrenti Beria. Está documentalmente probado que la masacre fue conocida y aprobada personalmente por Stalin y por los otros miembros del Politburó.
Las tropas alemanas que invadieron Rusia, luego de que los nazis traicionaran a sus aliados comunistas, encontraron las primeras fosas comunes de los ejecutados en los bosques de Katyn. Cuando el gobierno polaco exiliado en Londres pidió una investigación de la Cruz Roja, el régimen marxista rompió relaciones diplomáticas y negó rotundamente su participación en el asunto. Como los nazis no tenían la mejor credibilidad, los comunistas siguieron negando su responsabilidad hasta 1990, cuando la caída del Imperio Soviético permitió revisar los archivos y descubrir la escalofriante verdad: a partir del 3 de abril de 1940, 22.000 prisioneros polacos fueron ejecutados por los soviéticos. Los asesinados incluyeron miles de oficiales, suboficiales y capellanes tomados prisioneros, largo tiempo luego de rendir sus armas. Pero el tiránico gobierno comunista también aprovechó el momento para eliminar miles de terratenientes, aristócratas, funcionarios, refugiados, profesores universitarios, médicos, ingenieros, profesores primarios y secundarios, ingenieros, periodistas, escritores… en fin, se buscaba aplastar todo lo que permitiera la resurrección nacional de la valiente Polonia.
Los de abril de 1940 fueron los primeros miles en ser ejecutados, pero no los últimos. A la larga, casi ningún prisionero de guerra polaco que se entregó a los soviéticos sobrevivió a la guerra. Fueron fusilados o murieron por los maltratos sufridos en los campos de trabajo esclavo dentro de la Unión Soviética.
En la imagen, una digitalización del memorándum donde Beria propone a Stalin la ejecución masiva del cuerpo de oficiales polaco.
Imagen tomada de http://
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