12 de septiembre de 1914.
Los alemanes detienen su retirada en el Río Aisne y comienza la lucha con las fuerzas aliadas perseguidoras. Los aliados tenían la iniciativa, pero el Aisne ofrece excelentes posiciones defensivas. Incapaces, pues, de obtener ventaja sobre el adversario, ambos bandos empezarían a fortificar sus posiciones, en lo que sería el prólogo de la larga contienda de trincheras, característica de la Gran Guerra.
Al comienzo, ambos ejércitos estaban preparados y equipados para una guerra de movimientos, así que las primeras defensas fueron muy improvisadas, cavando una trinchera superficial con la bayoneta, levantando terraplenes para disparar o simplemente usando los accidentes del terreno, como hacen los infantes alemanes de la imagen (tomada de http://www.greatwar.nl/germany/taube.html)
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