domingo, 22 de noviembre de 2015

Hace 75 años. 22 de noviembre de 1940. Segunda Guerra Mundial



Hace 75 años

22 de noviembre de 1940
Segunda Guerra Mundial

El 20 de noviembre de 1940, Hungría firma el Pacto Tripartito, acercándose al Eje. El gobierno húngaro del regente, el almirante Miklós Horthy, era toda una curiosidad: el Jefe de Estado era un regente que no reconocía al heredero del trono y almirante de un país sin salida al mar. Horthy había formado parte de la Marina Imperial y Real Austrohúngara, donde alcanzó el mando supremo en 1918, poco antes de la derrota final y disolución del Imperio, al terminar la Gran Guerra. Aunque quiso retirarse a la vida privada, el intento de instaurar un régimen comunista en su país, dirigido por Béla Kun, lo indujo a tomar el liderazgo del movimiento contrarrevolucionario. Tras derrotar a los comunistas, se mantendría en poder hasta 1944. Calvinista, tradicionalista y conservador, no simpatizaba con los nazis, pero sufrió la misma maldición que muchos otros gobernantes del centro de Europa en la década de 1930, al quedar encerrados entre la tiranía comunista de la Unión Soviética y la tiranía nazi de Alemania.

Desde el momento en que quedó claro que Europa iría nuevamente a la guerra, Horthy, como marino que era, tenía plena confianza en que el poderío británico en los mares no podría ser vencido por la sola potencia de las fuerzas terrestres de Alemania. Al estallar la guerra, negó el paso a los alemanes por su territorio para atacar Polonia. Incluso luego de la derrota de Francia, el regente seguía pensando que, al final, Alemania no podría ganar una guerra que parecía alargarse sin remedio. No obstante, a fines de 1940, Horthy no tuvo otra salida que aceptar la alianza con Alemania, a la que seguramente veía como el mal menor, comparado con el totalitarismo soviético, al que ya había tenido que expulsar de su país una vez. Las ambigüedades de Horthy no pudieron evitar que la guerra alcanzara a Hungría, con trágicas consecuencias para su población.

En los Balcanes, los griegos prosiguen su contraofensiva en estos días de noviembre. El 22, Korytsa cae en manos de las tropas helenas, ya dentro del territorio albanés, al que los italianos han debido retroceder, derrotados.

El 16 de noviembre, Churchill ordena que parte de las tropas estacionadas en el Norte de África sean destinadas a Grecia, para ayudar a los griegos en su lucha con los italianos. Para Churchill, era importante demostrar al mundo y especialmente a los norteamericanos, que Gran Bretaña no se rendiría sino hasta dar la última gota de sangre y que plantaría batalla a los nazis y a sus aliados, dondequiera que se presentaran con su agresión. Los generales británicos veían con preocupación la división de sus fuerzas en el Mediterráneo oriental, donde su posición era peligrosa en el otoño-invierno de 1940. En Egipto, los italianos no habían sido capaces de avanzar más que unas decenas de kilómetros en la tierra de los faraones y las tropas británicas ahí estacionadas, provenientes desde distintos territorios del Imperio, estaban preparando su propio contraataque para diciembre. Era posible que pudieran contener a los italianos, tanto en África, como en los Balcanes, pero los altos mandos británicos sabían que las cosas serían muy distintas si Alemania decidía intervenir con mayor fuerza en el Mediterráneo.

El Mediterráneo permitía a Gran Bretaña conectar el territorio metropolitano con su enorme Imperio, especialmente con la India y con las zonas petroleras de Medio Oriente. Si el dominio del Mediterráneo se veía comprometido, las comunicaciones imperiales dependerían exclusivamente del paso por el Cabo de Buena Esperanza, mucho más largo y expuesto. En esta batalla, los puntos clave para la victoria era tres: Gibraltar, Malta y el Canal de Suez. Como la España de Franco nunca cedió a las presiones alemanas para entrar en guerra, Gibraltar, el acceso occidental, estuvo siempre relativamente seguro y fue un dolor de cabeza constante para el despliegue de los submarinos alemanes. A fines de 1940, el punto más amenazado era Malta, el “portaaviones imposible de hundir” de los británicos, lugar de apoyo para las flotas aliadas y punto de partida de los aviones que acosaban a los convoyes italianos destinados a África. La isla ya soportaba el asedio de los bombarderos, que atacaban desde el aire, y de las marinas alemana e italiana, que amenazaban desde el mar sus líneas de comunicaciones.

El Cairo y Suez serían el siguiente objetivo del Eje. Las tropas del “Duce” ya habían intentado amenazar Egipto, pero la falta de suministros y vehículos les impidió una victoria definitiva, aunque gozaban de amplia superioridad numérica. Pocos días antes, la “Royal Navy” había propinado un serio revés a los italianos, al dañar o hundir tres de sus seis acorazados en el puerto de Tarento, aliviando en algo la tarea del almirante Andrew Cunningham, jefe de la Flota Británica del Mediterráneo. Sin embargo, la “Regia Marina”, aunque golpeada, seguía siendo peligrosa, y los recursos militares y navales británicos estaban siendo exigidos muy cerca del límite de sus posibilidades, como quedaría demostrado cuando, en la primera mitad de 1941, Alemania aumentara su presencia en el Mediterráneo, con sus aviones y submarinos, y en el Norte de África, con el célebre “Afrika Korps”.

En la fotografía, un tanque “Matilda II”. Esta máquina de combate fue considerada la “reina del desierto” hasta la llegada de los “Grant” y “Sherman” norteamericanos. El Matilda era muy lento y no tenía el mejor de los armamentos, pero era muy difícil de destruir, sobre todo para los pequeños e ineficientes cañones antitanque usados por los ítalo-alemanes en los primeros años de la guerra. Su presencia fue clave para sostener el esfuerzo de las unidades de la “Commonwealth” británica en Egipto y Libia. En una ocasión, el comandante de un Matilda reportó que su tanque había recibido 46 impactos de parte de la artillería antiblindaje italiana; todo lo que sobresalía del tanque, antenas, latas, barriles, etc. había volado, pero el tanque no había podido ser detenido en su andar.



 http://warfarehistorynetwork.com/wp-content/uploads/Queen-of-the-Desert-The-Infantry-Matilda-Tank-2.jpg

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