domingo, 26 de julio de 2015

Hace 75 años. 26 de julio de 1940. Segunda Guerra Mundial



Hace 75 años
26 de julio de 1940

Segunda Guerra Mundial

El 21 de julio de 1940, llega a Londres el gobierno checoslovaco en el exilio. Probablemente Londres ha sido la capital que más gobiernos ha albergado, mientras sirvió de asilo a los gobernantes de las naciones ocupadas por la Alemania nazi.

El 22, se reúne la Conferencia de La Habana que, dirigida por Estados Unidos, intenta generar una posición común para las naciones del hemisferio occidental, frente a la guerra que se desarrolla. Este mismo día, Fumimaro Konoye asume como Primer Ministro de Japón. A pesar de su sincero ánimo pacifista, no pudo mantener a Japón fuera de la guerra.

Sobre el Canal de la Mancha, se desarrolla el “Kanalkampf”, la primera fase de la Batalla de Inglaterra, entre la “Royal Air Force” (RAF) británica y la “Luftwaffe” alemana. Luego de la rendición de Francia, cuando quedó claro que Gran Bretaña no se rendiría sin dar más pelea, la aviación alemana se embarcó en un gigantesco esfuerzo para estacionar sus “Luftflotten” (Flotas Aéreas) en Francia y Bélgica. Sin la debida preparación para atacar el Reino Unido propiamente tal, los aviones alemanes se concentraron primero en atacar el tráfico naval británico que pasaba por el Canal, desde y hacia el Atlántico, con el doble propósito de perturbar las comunicaciones británicas y atraer a los cazas de la RAF a luchas aéreas que la fueran desgastando, antes de desatar la fase más intensa de la batalla, prevista para agosto. Era todo lo que Alemania podía hacer por el momento para molestar al Reino Unido, bien seguro tras su Canal y tras su potente flota, que seguía siendo la más fuerte del mundo.

La verdad es que los mandos alemanes no sabían muy bien qué hacer. La mayoría de los generales alemanes no esperaban que Francia cayera vencida tan rápido. Y, una vez derrotada Francia, los alemanes (y casi todo el resto del mundo) esperaban que los británicos se sentaran a negociar. Fueron dos sorpresivas contingencias ante las que el “III Reich” no tenía planes minuciosos y, sobre todo, no tenía suficientes buques de guerra.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, en 1914, Alemania poseía la segunda marina más poderosa de la Tierra, sólo superada por su similar británica. Las duras condiciones impuestas por el Tratado de Versalles, que puso fin a la Gran Guerra, contemplaban la entrega de los buques alemanes a los Aliados y permitía a Alemania mantener una flota muy pequeña. Cuando Hitler reinició el rearme alemán en la década de 1930, consiguió notables avances en lo que se refería a la “Kriegsmarine”, pero no estaba lista en 1939, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, para desafiar a la “Home Fleet” británica. Además, la Campaña de Noruega fue, para la Marina Alemana, una victoria pírrica, que le costó perder o dejar inmovilizados, en reparaciones, gran parte de sus mejores y más potentes naves. De modo que, si la única manera de acabar con la porfiada Gran Bretaña era una invasión, había que controlar las aguas del Canal de la Mancha y evitar que la poderosísima “Royal Navy” interfiriera con la flota alemana de invasión. Por sí sola, la “Kriegsmarine” alemana no tenía, ni de cerca, la capacidad para proteger un pasillo, ni siquiera en el breve Estrecho de Dover”, donde la silueta y las luces de las construcciones de una orilla, pueden verse desde la opuesta.

La única opción viable parecía ser dominar los aires tan absolutamente, que la “Luftwaffe”, siendo exclusiva dueña de los aires, pudiera apoyar a la flota de invasión manteniendo a raya a las naves británicas. Incluso si se consiguiera barrer del cielo a los cazas de la RAF, era dudoso que los aviones alemanes tuvieran la capacidad de proteger el asalto anfibio, sin contar al mismo tiempo con una presencia importante de barcos de guerra. Aun así, como era la única posibilidad, la aviación alemana, desde fines de julio, se embarcó en la mayor ofensiva aérea de la historia, decidida a destruir a su similar británica.

En la imagen, una formación de los temibles “Messerschmitt Bf 109”. Este formidable caza había visto acción ya en la Guerra Civil Española, donde permitió contrarrestar la acción de la aviación de caza “Republicana” que, hasta el momento, había dominado los cielos gracias al hecho de poseer aparatos muy efectivos, como el soviético Polikarpov I-6 “Mosca”, que se había mostrado muy superior a los aparatos operados por los “Nacionales”, como el anticuado biplano italiano “Fiat CR.32”. En los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial, el “109” fue dominador absoluto de los cielos en las campañas de Polonia, Escandinavia, los Países Bajos y Francia. Su excelente diseño permitió actualizarlo muchas veces, para mantenerlo competitivo hasta el final de la contienda, a pesar de la introducción de nuevos modelos aliados y alemanes. Es el modelo de caza más producido en la historia, con 33.984 unidades fabricadas entre 1937 y 1945. Los mejores ases de Alemania y sus aliados volaron este notable aparato.

En la Batalla de Inglaterra que se avecinaba, le tocaría una difícil doble misión: escoltar las formaciones de bombarderos alemanes y destruir en combate aéreo los cazas británicos. La fotografía muestra los “Messerschmitt Bf 109-E” del “Jagdgeschwader 26” (“Ala de Caza 26”), liderado por el entonces mayor Adolf Galland, quien llegaría a ser, con el tiempo, jefe de toda la aviación de caza alemana.



  https://acesflyinghigh.files.wordpress.com/2014/07/luftwaffe-messerschmitt-bf-109-e-3-jagdgeschwader-26.jpg?w=690&h=475

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