6 de marzo de 1915
Primera Guerra Mundial
El 1 de marzo, los británicos inician el bloqueo del África Oriental Alemana.
Hoy, 6 de marzo, Eluterio Venizelos deja el cargo de Primer Ministro de Grecia, luego de ser desautorizado por el Rey Constantino en su ofrecimiento de ayuda a los Aliados. Como cuñado del Káiser Guillermo, Constantino hizo todo lo posible por mantener la neutralidad de Grecia.
El 1 de marzo, un escuadrón austrohúngaro bombardea el puerto montenegrino de Antivari. Pocos días antes, las tropas de Austria-Hungría han debido abandonar Stanislaw a manos de los rusos.
La rivalidad ruso-austriaca en el sureste de Europa instrumentalizó a Serbia y Turquía, conduciendo al estallido de la Gran Guerra. La misma reacción del gobierno de Viena ante el asesinato de Francisco Fernando, que significó el estallido, fue un síntoma de los muchos problemas estructurales que aquejaban al viejo imperio de los Habsburgo.
El Imperio Austro-Húngaro tenía viejos antecedentes, que se remontan a la caída del Imperio Romano de Occidente, en el año 476. Al poco tiempo de esta caída, el Imperio de Oriente empezó a mostrarse incapaz de defender a la Iglesia de las agresiones bárbaras y el papado empezó a buscar nuevos aliados, que encontró en los francos. El rey franco, Carlos, se convirtió en el Emperador Carlomagno en la Navidad del año 800, inaugurando un imperio medieval que reclamaba para sí la herencia del Imperio Romano desaparecido. En el siglo X, el Imperio medieval tomó su fisonomía más característicamente alemana, distanciándose espiritualmente de la mitad occidental, que serviría de núcleo a Francia. Fue en la Edad Media que se pasó a llamar "Sacro Imperio Romano-Germánico".
Los emperadores medievales, en permanente conflicto interno y externo, nunca pudieron consolidar su poder a costa de los muchos estamentos, señores y príncipes que luchaban por mantener sus privilegios, restando todo el poder que pudieran de la autoridad Imperial. Al llegar la Edad Moderna, sobre todo, luego de las Guerras Religiosas, el Imperio no era más que la unión laxa de muchísimos principados y feudos del centro de Europa, correspondiendo, más o menos, a los territorios que servirían de núcelo a Alemania y Austria en el futuro.
Cuando Napoleón I estaba en la cima de su poder, luego de su gran victoria en Austerlitz, el último Sacro Emperador, Francisco, hizo disolver el Imperio, a fin de evitar que Napoleón intentara usurpar la milenaria corona imperial romano-germánica para sí, sabedor de que tenía poco contenido práctico, pero gigantesco peso simbólico. Francisco conservó para sí el título de Emperador de Austria, que se convertiría en Austria-Hungría luego del compromiso de 1867, que elevaba a la nación magiar a la categoría de reino. Con esa estructura institucional y con Francisco José en el trono, fue que el Imperio Austrohúngaro entró en la Primera Guerra Mundial, que significaría su perdición.
En la imagen, se reproduce una noticia del "Auckland Star", sobre el bombardeo austriaco a Antivari.
Imagen tomada de http://
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