4 de octubre de 1914.
En el Oeste, se lucha en Lens, Bailleul y Arras. En el Frente Oriental, Austria-Hungría intenta montar una contraofensiva en Galitizia, con la esperanza de detener la invasión rusa.
En Albania, los desórdenes internos del país, agudizados por la compleja situación internacional, permiten a Essad Bajá establecer un gobierno provisional, aumentando el caos en Albania y en Los Balcanes en general.
Los albaneses habían sido fieles al Imperio Otomano en sus fallidas guerras contra los aliados de la Liga Balcánica (1912 y 1913). Como resultado de la derrota turca, quedaron en desventajosa posición para conseguir que las grandes potencias apoyaran su independencia. Luego de salir del Imperio Turco en 1912, los albaneses aún debían lidiar con los ambiciosos jóvenes estados de la Liga Balcánica, también recientemente independizados de Turquía: Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria. Los mutuos enfrentamientos entre estos pequeños estados, la intromisión de los grandes imperios, las diferencias religiosas, el deseo de libertad de los albaneses y las divisiones internas que sufrían marcaron el ritmo de la agitada y complicadísima historia de Albania durante y después de la Gran Guerra.
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