15 de agosto de 1914
Aliado de la Entente, Japón presenta a Alemania un ultimátum para que abandone el puerto chino de Tsingtao.
Desde fines del siglo XIX, Japón se había ido fortaleciendo hasta alcanzar el estatus de potencia regional. Luego de aplastar a Rusia en la guerra de 1905, su posición emergente en Asia, compitiendo con europeos y estadounidenses, no hizo más que afianzarse. El Imperio del Sol Naciente aprovechó el baño de sangre de 1914-1918 para fortalecerse a costa de las pendencieras potencias europeas. Era el prólogo para la aventura imperial japonesa que concluiría con las bombas de Hiroshima y Nagasaki, 30 años más tarde.
La imagen muestra un póster propagandístico alemán, que ironiza sobre la presentación del ultimátum japonés.
Imagen tomada de http://image0-rubylane.s3.amazonaws.com/shops/curioshop/col-7330.1L.jpg
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